Te sientas frente a la computadora; la enciendes y aparece la terrible página en blanco que te paraliza por largo tiempo (inclusive dias de días). Tratas de obviar la situación, y permaneces todavía sentado esperando a que llegue la inspiración divina. En esos angustiosos e ineludibles momentos surge la gran interrogante, ¿Ahora qué escribo?
El llamado “síndrome de la hoja en blanco” es generalmente conocido como el bloqueo mental que experimentan los escritores y estudiantes cuando se enfrentan a una hoja blanca al no poder comenzar a escribir. Esta situación suele causar retrasos significativos cuando se trata de proyectos académicos, cuya duración puede variar desde minutos hasta días, o inclusive semanas dependiendo de sus causas.
En este sentido, existen varios tips que pueden ser de gran utilidad:
- Ejercita la lectura, busca información complementaria que te amplíe otros puntos de vista, o te aporte datos que no habías tomado en cuenta.
- Evita “procrastinar”, posponiendo o retrasando tareas o actividades. Pregúntate a qué le temes o evitas enfrentar.
- Establece metas pequeñas y manejables, anota los avances por pequeños que parezcan.
- Organiza rutinas de escritura donde establezcas horarios para escribir, a fin de desarrollar el hábito de redactar.
- Asegura que tu espacio de trabajo permanezca libre de distracciones y desorden. Un ambiente ordenado mejora significativamente la concentración y la eficiencia.
- Dedica unos minutos a escribir unas breves líneas sobre cualquier tema, a modo de ejercicio de calentamiento, o realiza ejercicios de escritura creativa.
- No temas compartir tus borradores con otros profesores o compañeros; ellos pueden abrir nuevas perspectivas y reavivar la motivación.