Decíamos en el post anterior, que la tristeza así como el resto de las emociones, pueden variar en los seres humanos dependiendo de factores de carácter personal y medioambiental. Es natural que todos podamos sentirnos tristes de vez en cuando; pero cuando los estados de tristeza se vuelven demasiado intensos y duraderos, pueden llevar al sujeto al borde de una crisis de ansiedad o a presentar trastornos del estado de ánimo como la depresión.
Sin ánimo de proponer “recetas” o “fórmulas mágicas”, a continuación encontrarás una serie de propuestas orientadas al manejo de la tristeza en la vida diaria:
- Identifica la emoción que te embarga: Con frecuencia experimentamos emociones que se tornan confusas por lo que debemos identificar cómo nos estamos sintiendo en determinado momento, a fin de diferenciar si es rabia, tristeza o frustración.
- Identifica la causa o el motivo de la emoción: Si ya identificaste que es la tristeza lo que te agobia, lo que tienes que hallar es el origen o lo que desencadena la tristeza. Plantéate preguntas que desentrañen las causas; ¿Qué estoy evadiendo? ¿Qué es exactamente lo que me molesta? ¿Qué me hace sentir mal? ¿Verdaderamente estoy haciendo lo que me gusta? Aquí es importante ser honesto consigo.
- Lleva un registro: La intensidad con la que experimentamos tristeza, puede ayudarnos a determinar si se trata de un asunto que podemos considerar dentro de la normalidad, o si por el contrario se está convirtiendo en un problema; por eso es importante estar atento a cuántas veces o con qué frecuencia nos sentimos tristes o desanimados. Si se trata de estados esporádicos podemos intentar solucionar la causa de la tristeza; pero si el sentimiento se mantiene durante muchos días seguidos podría tratarse de un problema del estado de ánimo (en este caso lo mejor es buscar ayuda profesional).
- Determina el grado de tolerancia de la tristeza: Lo normal es que seamos capaces de tolerar cierto grado de tristeza o frustración a lo largo de la vida. Si la emoción que se experimenta es menos intensa, la persona será capaz de restablecer su estabilidad emocional usando sus propios medios de forma adecuada.
- La tristeza es un estado de ánimo pasajero: Eventualmente nos sentiremos mejor; recuerda que la manera en que percibimos las emociones determina cómo estas nos afectan. Si nos empeñamos en ver todo lo que nos pasa como triste y desagradable, probablemente viviremos sumergidos en ese estado de ánimo negativo.
- La tristeza es un poderoso agente de cambio: La mayoría de las personas considera como negativa a la tristeza por lo que hay que evitarla; sin embargo; tambiénpuede convertirse en un poderoso agente de cambio en determinadas situaciones. Por ejemplo, si atravesamos una ruptura amorosa, lo normal es experimentar tristeza y desasosiego; tras un tiempo la tristeza se habrá ido y en nosotros quedará un sentimiento de calma y paz, capaces de mirar el pasado de forma objetiva y serena, convirtiéndonos en seres más fuertes que antes de pasar por esa experiencia.
- Encuentra el antídoto a la tristeza: No existen fórmulas mágicas que nos hagan sentir mejor de un momento para otro. Retomar un pasatiempo y disfrutar haciéndolo, puede ser una forma de combatir la tristeza y reemplazarlo poruno de goce personal.
- Asiste a terapia: Si siguiendo las recomendaciones anteriores no has conseguido disminuir las emociones negativas de tristeza; lo mejor es que asistas con un profesional de la salud mental psicólogo o psiquiatra, a fin de evaluarte adecuadamente y ofrecer tratamiento.