Cuidado de las uñas y esmaltes semipermanentes

Unas manos bien cuidadas con impecable manicura, nos habla mucho de la persona; tanto de la higiene personal como del estado de salud. Sin embargo; mantener las uñas pintadas las 24 horas los siete días de la semana, puede ocultar problemas comunes sin darnos cuenta. Aunque un poco de cariño puede ser de gran ayuda, no está de más acudir al dermatólogo cuando observamos cambios significativos en nuestras uñas.

La manicura es una señal de cuidado personal, salud y buen gusto porque mantiene las uñas saludables, previene infecciones y mejora la apariencia de las manos, ya que refleja la atención a los detalles que se asocian con el bienestar en general. Los cambios en el aspecto y sensación de las uñas (engrosamiento, tornarse amarillentas, quebradizas, oscurecidas, agrietadas, o separadas del lecho ungueal) pueden ser las señales de alerta de una afección subyacente las cuales se pasan por alto por estar cubiertas con esmalte.

La moda también trae lo suyo. La industria cosmética ha creado esmaltes semipermanentes, con una amplia variedad de colores y tonalidades, resistentes al desgaste producido por el agua y jabón, de alta durabilidad.

Sin embargo, en la Unión Europea (1) los esmaltes semipermanentes, han sido objeto de estudio, seguimiento e investigación por los posibles daños que puedan ocasionar a la salud, por contener acrilatos (sustancias muy irritativas y con gran capacidad para sensibilizar) pudiendo dar lugar a eccemas o dermatitis alérgica, con mucho picor o ardor. O por incluir en su composición óxido de trifenilfosfina (TPO) y/o dimetil-p-toluidina (DMTA). Estos últimos pueden provocar desde irritación, alergias, incluso “oxidar” moléculas de ADN; es tóxico para la piel, el hígado, los riñones, y es capaz de alterar la hemoglobina.

Los síntomas pueden comenzar muy tarde, meses o años después. La dermatitis suele aparecer en las zonas donde se ha aplicado el esmalte; pero puede extenderse a otras zonas del cuerpo por la transferencia con los dedos a los párpados o la zona dorsal de las manos, tanto para las usuarias como manicuristas sin la adecuada formación ni protección. Una vez que aparecen las lesiones, la base fundamental del tratamiento consiste en la evitación, además de los tratamientos con corticoides que determinen los dermatólogos (2). Entre las recomendaciones generales, se debe observar:

Para esteticistas/manicuristas:

  • Usar guantes resistentes a productos químicos (guantes de nitrilo),
  • Uso de masgarillas y lentes protectores (gafas),
  • Evitar tocar el esmalte si no se ha secado completamente,
  • Cambiar las lámparas de 4-6 meses, para asegurar un correcto y adecuado secado del esmalte.

Para usuarias:

  • Evitar mantener el esmalte más allá de 3-5 meses, con intérvalos de descanso por lo mínimo de un mes; ya que es común presentar el adelgazamiento de la lámina ungueal y presentar alteraciones en la coloración de la uña como resultado del mantenimiento inadecuado y frecuente limado.
  • Aplicar crema protectora en la piel para que actúe como barrera.
  • Usar esmaltes libres de acrilatos, TPO y DMTA.

(1) https://www.natalben.com/noticias-embarazo-lactancia-bebe/prohibido-esmaltes-pintaunas-semipermanentes-infertilidad-cancer
(2) https://hospitalcruzrojacordoba.es/alergologia-cordoba/el-peligro-de-los-esmaltes-de-unas-semipermanentes-eccema-dermatitis-de-contacto-por-acrilato/


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