Si el gran objetivo de los derechos humanos es garantizar la dignidad humana y las condiciones para el desarrollo integral de cada persona, a través de normas que regulan el pleno respeto a la dignidad humana, además de promover valores fundamentales de convivencia, ¿Por qué se incrementan los conflictos, desigualdad e inseguridad entre las personas?
La palabra respeto hace referencia a uno de los valores morales más difundidos entre las sociedades, y es aquel que se refiere a reconocer, valorar o apreciar a un objeto, persona, o ser vivo; por ejemplo, respeto a los bienes de terceros, respeto a los adultos mayores, respeto a los animales, respeto al medio ambiente o respeto a las leyes.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, el respeto es el reconocimiento del valor inherente y de los derechos innatos de los individuos en su dignidad humana porque todos poseemos un valor único e intrínseco que nos pertenece por el simple hecho de ser personas. En sentido negativo, el respeto se refiere a que debo abstenerme de ejecutar ciertas conductas o incurrir en hechos que perturben o menoscaben la integridad humana de los demás.
Los derechos humanos son normas de carácter universal y obligatorias para los Estados, que deben cumplirse sin excepción alguna; considerando que en la práctica constituyen un medio de protección y empoderamiento para poder enfrentar cualquier negligencia o abuso por parte de las autoridades.
El respeto hacia los derechos humanos de cada persona es deber de todos. Las autoridades en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, en este sentido es deber del Estado formar y actualizar a los funcionarios en esta materia, así como en las normas y procedimientos que la regulan.
A los ciudadanos y población en general hay que informarlos para que acudan ante la instancia competente cuando se trate de amenazas o vulneración de sus derechos.