“Lo que realmente embellece al desierto, es el pozo que se oculta en algún sitio”
El Principito
Por todos es bien conocido la influencia que ejerce la actitud en nuestro bienestar físico, mental y espiritual. Según como encajemos y enfoquemos nuestra respuestas ante el impacto de la adversidad, dependerá el salir airoso y fortalecido frente a las circunstancias. Nuestras actitudes están determinadas por los pensamientos que se disparan automáticamente en la cabeza, los cuales la mayor parte de las veces damos por verdaderos sin detenernos a reflexionar en ellos.
En el fondo, cuando la adversidad o la incertidumbre del futuro nos toca la puerta, experimentamos una especie de “bloqueo” que surge ante el temor de enfrentar la situación, y optamos por mantener una actitud pasiva en la búsqueda de información, inmovilizándonos en la toma de decisiones; esto nos impide adoptar una actitud positiva frente a las circunstancias.
Entender y asumir que no somos los únicos que atravesamos un revés, nos anima a formular interpretaciones provechosas que ayudan a ·aliviar el estrés causado por las calamidades. Por eso resulta importante intercambiar emociones y pensamientos, dar y recibir afecto, aceptar y ser aceptado por los demás, porque así estimulamos estados de ánimo positivo. La actitud que asumamos para superar los problemas, dependerá del significado que le demos y de nuestras expectativas.
La toma de decisiones suele ser más sencilla si disponemos de información clara acerca de las opciones que tenemos, además de sopesar los aspectos positivos y negativos. Así tenemos que la resiliencia es la capacidad de resistir y superar la adversidad, saliendo incluso reforzados y fortalecidos; sin confundirla con no reconocer la magnitud del problema, o con no percibir los riesgos potenciales.
En Programación neurolingüística (PNL) el reencuadre consiste en cambiar la perspectiva o marco de referencia desde la cual se percibe una situación. Cuantas más perspectivas tengamos de las circunstancias surgidas e imprevistas, más información dispondremos para reinterpretarlas mejor escogiendo la que nos resulte más útil.
¡Qué satisfacción nos produce hallar lo que buscamos; lo que calme nuestra angustia y necesidad! ¡Vamos a por ello!