El ser humano nace libre; sin embargo el relativismo cultural impone diferencias en el trato que reciben las féminas, según sea el país y región de que se trate. Todavía hoy en pleno siglo XXI, persisten la misma inequidad y discriminación con relación al hombre, fácilmente palpable en el campo laboral. El Día Internacional de la Mujer se celebra en muchos países del mundo.
Este año, el Día Internacional de la Mujer llega después de un movimiento global por los derechos, igualdad y justicia de las mujeres. Este movimiento ha tomado la forma de marchas y campañas mundiales como #MeToo y #TimesUp en los Estados Unidos, y sobre otros temas que van desde el acoso sexual, el feminicidio, hasta la igualdad de remuneración y representación política de las mujeres.
Alcanzar la igualdad de género y empoderar a mujeres y niñas consituyen tareas pendientes de nuestra época y son el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo. Todavía persisten obstáculos para acabar con los desequilibrios de poder históricos en los que se asientan la discriminación y explotación.
El activismo llevado a cabo por generaciones de mujeres ha dado frutos: Cada vez más niñas van a la escuela; más mujeres tienen un empleo remunerado y ocupan cargos de responsabilidad. En el sector privado, círculos académicos, política y organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas; la igualdad de género se consagra en numerosas leyes. Prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, se prohíben en muchos países.
El acoso y los abusos sexuales han sido una constante en los lugares de trabajo, espacios públicos y hogares, inclusive en países orgullosos de su trayectoria en materia de igualdad de género. La igualdad de género tiene que ver con los derechos humanos, pero también redunda en interés de todos: hombres y niños, mujeres y niñas. La desigualdad de género y la discriminación contra la mujer nos perjudica a todos.
http://www.unwomen.org/es/news/stories/2018/3/statement-un-sg-iwd