¿Escribir para quién?

Al momento de escribir estas líneas, dos gigantes tecnológicos en comunicación compiten por las preferencias de sus usuarios, al mejor estilo de la Trampa de Tucídides; el mayor buscador mundial armado con sus motores de búsqueda vs. otra que en ascenso vertiginoso, discreto y continuado, no vió venir.

Mucho se ha escrito acerca de los primeros oficios y ocupaciones que serán impactados por la tecnología y el uso de la Inteligencia Artificial (#AI), creadores de contenidos, periodistas, reporteros, y quienes hacen markting de contenidos, ¿Qué van a hacer? Por lo pronto abordaremos la docencia.

Confieso que años atrás mantenía la firme creencia de que la docencia siempre sería una profesión “segura” no susceptible de ser reemplazada por máquinas porque en el hecho educativo las personas son las protagonistas, por lo que el contenido, estrategias y actividades giran y se planifican en función del sujeto que aprende. En este sentido, las TIC’s se conciben como recursos útiles y válidos que enriquecen el proceso de aprendizaje. Con la irrupción del Covid, la cuarentena y el distanciamiento físico, se precipitó el uso de tecnologías on-line para el régimen presencial que no había sido previsto. Quienes llevaron la peor parte fueron los niños sin acceso a internet profundizando el retardo pedagógico, la inequidad y las desigualdades, perdiendo años de escolaridad y educación de calidad a la que tenían derecho.

Como docente universitaria de postgrado, aún cuando tengo la satisfacción de leer a muy buenos y honestos participantes, todavía me sorprende la práctica de algunos de ellos quienes hacen uso indebido del copy-paste (corta y pega) haciendo pasar contenidos como propios, sin ningún tipo de análisis ni reflexión, sin leer el contenido a evaluar, presentando contenidos muy generales, ambiguos e imprecisos, alejados del objetivo de la Unidad Curricular. Me pregunto, cómo será el rendimiento de los estudiantes con la llegada de la Inteligencia Artificial + el ChatGPT de OpenAI. ¿Quién realizará el trabajo? ¿De quién será la calificación? Imaginen a un estudiante valiéndose de la Inteligencia Artificial que presente un escrito con las especifidades dadas por el docente, ¿Qué aprendió si ni siquiera leyó el contenido? ¿Cuántos “genios” aprobarán sin ni siquiera saber de qué se trata el postgrado? ¿Cómo formaremos a los futuros médicos, odontólogos, fisiatras, entre otros, desde pequeños? ¿Cómo fomentar la lectura y la escritura desde la escuela? Ojalá se cree un algoritmo basado en #AI para detectar si un texto fue escrito o no por un ser humano.

Se abre el debate…

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