La reciente tragedia ocurrida el pasado martes 26 de Marzo en el puente Francis Scott Key en Baltimore (EE.UU), pone de manifiesto los potenciales riesgos que circunda al transporte marítimo, los cuales no sólo afectan el traslado de contenedores con mercancías; sino también a la pérdida directa e indirecta de vidas humanas.
El accidente se produjo en la madrugada, y provocó el derrumbre del puente sobre el cual se desplazaban varios vehículos. Dos personas fueron rescatadas con vida; mientras que seis trabajadores que realizaban tareas en el asfalto de origen latinoamericano, simplemente desaparecieron. La embarcación se salió de su ruta, y avanzó en dirección hacia uno de los pilares, derrumbándolo.
Dalí, el carguero siniestrado, llegó a Estados Unidos procedente de China el pasado 13 de Marzo. El barco con bandera de Singapur fue construido en el 2015, el cual operaba una de las líneas de navegación de la compañía danesa de transporte Maersk. Aunque las empresas aseguradoras y reaseguradoras de las partes lleven a cabo sus averiguaciones conjunta o separadamente con las autoridades, para definir responsabilidades y estimar el monto de la indemnización de bienes y mercancías afectados; no cubre la pérdida de vidas humanas ajenas al transporte marítimo.
Si bien es cierto que la tripulación de la nave envió señales de emergencia según se aproximaba al puente Key, para que las autoridades detuvieran el acceso de otros vehículos al mismo y salvar vidas; deben extremarse todas las medidas de prevención para resguardar la vida e integridad física tanto de los trabajadores directos e indirectos, como el libre tránsito de las personas ajenas a las actividades de las empresas navieras.
Resulta imprescindible proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, y las personas con empleos precarios, tal como se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8º (ODS 8º) el cual busca “promover el crecimiento económico sostenible e inclusivo, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todas las personas”.