“Lo correcto es correcto aunque nadie lo haga. Lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen”.
San Agustín.
En los albores de la civilización; y según recogen los textos de Derecho Romano, los contratos se hacían de manera verbal. Imaginemos el valor que la palabra empeñada tenía. No existía la necesidad de firmar contratos ni se requería acompañar la obligación contraída con personas o bienes que sirviesen de garantía. El compromiso pronunciado en asamblea de forma oral y pública, era suficiente. Las personas que actuaban así, gozaban de honorabilidad; surge así la institución del crédito.
Con el tiempo las cosas comenzaron a cambiar; y las personas asumieron responsabilidades por encima de su capacidad permitida, dificultando cumplir con las obligaciones adquiridas. Paulatinamente surgieron las excusas o estrategias dilatorias para evitar saldar las deudas pendientes. La palabra por si sola no era suficiente para honrar el convenio contraido. Se hizo necesario crear normas o leyes, contratos escritos, así como las garantías reales y personales que respalden los compromisos pactados.
En la familia, en el hogar y en comunidades pequeñas existen normas consensuadas que orientan la conducta de las personas que allí interactúan; las cuales buscan propiciar la convivencia entre ellos. En las ciudades, estados, y países, se publican de forma escrita tales como Ordenanzas, Reglamentos o Leyes para hacerlas del conocimiento público en general, y garantizar el cumplimiento de todos.
Sin embargo, con honda preocupación debemos admitir por ejemplo, que aunque existen normas como las señales de tránsito que regulan el tráfico seguro de vehículos y peatones; se observa que automóviles y motocicletas circulan con el semáforo en rojo, o en sentido contrario al permitido; en la mayoría de los casos ocupan la acera de los viandantes, ocasionando daños materiales, lesionados y pérdida de vidas humanas.
Igual ocurre con la comisión de delitos y la apropiación indebida de bienes ajenos por citar otro caso. No se trata de hacer una “vuelta” vista como favor. Se trata de ceder ante presiones del “grupo de pares” para incurrir en conductas como hurto, robo, o delitos de mayor gravedad que restringen la vida, la libertad o integridad física de personas inocentes. Lo preocupante es que quienes incurren en estas conductas “relativizan” la magnitud del daño causado sin medir las consecuencias que acarrea tanto a las víctimas, la sociedad, como para ellos mismos.
En la familia, los padres y adultos responsables de la crianza de niños y adolescentes, inculcan con el ejemplo los valores que guiarán su comportamiento en la escuela y luego en la comunidad. De nada vale decirles a los pequeños “lo ajeno se respeta y no se toca”, si llevo al hogar objetos de gran valor que no se pueden adquirir producto del salario, o irrespetar la cola del cine obviando a quienes llegaron primero, o no seguir las señales de tránsito mientras se conduce, o de maltratar y vejar a los miembros del colegio o del hogar, y exigir para sí el máximo respeto.
Los valores siempre han existido. La “viveza” consiste en no respetar el turno del otro, ni sus bienes ni objetos personales. ¿Cómo imaginar la convivencia en un futuro cercano de todos contra todos, dónde el determinismo darwiniano predice que en la lucha de las especies el vivo o más fuerte gana?
¿Relajamos los valores y normas, o pierden su vigencia?
“Borrar lo que pasó no se puede; mirarlo de otra forma si”. Anónimo
¿Qué entendemos por pasado? A la sucesión de acciones y/o situaciones que comenzaron y terminaron en un momento específico, eventos que ya han concluido. No existe forma ni manera de volver a experimentar el día de ayer; así como tampoco podemos viajar en el tiempo a épocas remotas.
¿Cuántas veces hemos vivido situaciones personales vergonzosas o dolorosas, arrepintiéndonos de no haber actuado o respondido adecuadamente? ¿Cuántos pérdidas hemos tenido? Existe una infinidad de casos; entre las más comunes podemos citar las ocasionadas por abandono, fallecimiento, empleo, vivienda, bancarrota, por la pérdida de una extremidad, la amistad de alguien que apreciábamos mucho, el amor de nuestra pareja, entre otras. Algunas personas se aferran a situaciones pasadas sin poder comprender el porqué les tocó vivir esa tragedia.
Psicólogos, psiquiatras, y especialistas en salud mental, acompañan a las personas que atraviesan pérdidas dolorosas; quienes dependiendo de la magnitud del evento y las características personales de cada quien, implementan diferentes terapias y estrategias en los pacientes que propicien cambios de conducta favorables y conduzcan a mejorar la calidad de vida del afectado, aceptando lo que irremediablemente no podemos cambiar ni volver a ser.
En este sentido, la Programación Neurolingüística (PNL), se refiere al conjunto de modelos, habilidades y técnicas que se centran en explicar cómo la mente (neuro) interpreta la realidad a través del lenguaje (lingüística) para influir en el comportamiento y las emociones, con el fin de obtener resultados positivos y mejorar la calidad de vida de las personas. Fue desarrollada en los ’70s por John Grinder y Richard Bandler.
La PNL nos permite comprender, cómo filtramos la información del mundo exterior a través de nuestros sentidos, y cómo las describimos a través del lenguaje. Dentro de las estrategias que usa la PNL, se encuentra el “reencuadre”, que consiste en cambiar la interpretación, pensamiento o experiencia para transformarlo de negativo a positivo, abriendo nuevas perspectivas o soluciones.
La idea central consiste en modificar la perspectiva desde la cual se observa una situación para cambiar su significado; permite pasar de una interpretación negativa, a una visión más empoderada y constructiva. Al ver un obstáculo negativo desde distintos puntos de vista, se pueden descubrir opciones y recursos que antes no se percibían. Por ejemplo; en el caso de una enfermedad, podemos enfocarnos en el apoyo de la familia, o en el tiempo de autocuidado, y la adaptación a la nueva situación. En lugar de decir “la selección sueca perdió por tercera vez la final”; podemos decir, “la selección llegó por tercera vez a la final”.
¿En qué experiencias cotidianas podemos emplear el reencuadre?
¿Crédulo o credulón?
Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), “credulón” es un adjetivo que denota a una persona que “cree fácilmente cualquier cosa”; es decir, alguien que cree cualquier cosa con ligereza o sin suficiente reflexión. De la definición anterior se puede deducir que se trata de una persona que se deja llevar por engaños y mentiras con poco esfuerzo; carente de malicia o escepticismo necesario para cuestionar afirmaciones; o porque acepta aseveraciones sin verificar la fuente o veracidad del contenido expuesto.
Contrariamente a lo que asomaba la Inteligencia Artificial (IA) en sus inicios; ¿La IA está produciendo un hombre “más credulón” que en la antigua Edad Media? Bill Gates cofundador de Microsoft ha señalado que la desinformación digital es el desafío más grave que enfrentamos en la actualidad; y reconoce que las iniciativas actuales para combatir la desinformación “apenas arañan la supeficie del problema” (1).
El Foro Económico Mundial ha identificado a la desinformación generada por la IA, “como el principal riesgo en los próximos dos años”. (2) En este sentido, Gates señala la importancia de desarrollar mecanismos eficaces y efectivos que detengan la propagación de infundios antes de que se posicionen en la opinión pública, sin que estas medidas impliquen limitar o restringir la libertad de expresión.
Así se explica el auge de innumerables teorías de la conspiración, sectas satánicas, o retos virales impulsados por algoritmos. Descartamos los hechos históricos verificados y comprobados con metodología científica, por seguir ciegamente a tiktokers, youtubers o similares sin fundamento.
21 de Agosto: “Día internacional de conmemoración y homenaje a las víctimas del terrorismo”.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reunida en Nueva York el 17-12-2017 para el 72vo período de sesiones; acordó conmemorar cada 21 de agosto el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas de Terrorismo, considerando la inmensa cantidad de atentados ocurridos en el mundo.
El objetivo principal de esta fecha consiste en rendir homenaje a las víctimas fatales; ofrecer apoyo e información tanto a familiares como a los sobrevivientes de estos lamentables hechos para mitigar su dolor, y a la vez informar acerca de los avances de las investigaciones realizadas por las autoridades competentes para capturar a los responsables, así como dar a conocer las medidas implementadas para evitar que semejantes hechos vuelvan a repetirse.
¿Qué es el terrorismo? Una forma política de lucha violenta que busca sembrar el terror, inseguridad y caos en la población en general. Consiste en el uso sistemático de la violencia (o amenaza de su uso) para lograr objetivos políticos, ideológicos o religiosos, dirigido a causar miedo y pánico en la población objetivo para crear terror e influir en gobiernos o sociedades.
Mientras mayor sea su alcance mediático, mayor será el éxito percibido por el grupo que lo ejecuta. Debido a la ejecución de estos actos violentos por parte de grupos radicales, la ONU decidió poner en práctica una estrategia global contra el terrorismo, el cual contempla:
- Generar estrategias que ayuden a prevenir y combatir al terrorismo;
- Apoyar a los. Estados miembros a fin de desarrollar la capacidad de prevenir y combatir al terrorismo; a la vez que ayuden a fortalecer el rol de las Naciones Unidas en la lucha contra las acciones violentas;
- Garantizar el respeto universal por los derechos humanos y el estado de derecho, a fin de fortalecer la lucha contra el terrorismo.
Que esta fecha sea propicia para concienciar a las personas sobre los profundos daños físicos y psicológicos que acarrea vivir un atentado terrorista; a la vez que la sociedad civil sepa cómo interactuar con las personas que han vivido una situación violenta, y sepan cómo y dónde buscar ayuda en estos casos.
- Tomado de: A/RES/72/165 Asamblea General de las Naciones Unidas: https://docs.un.org/es/A/RES/72/165#:~:text=1.,aplicaci%C3%B3n%20de%20la%20presente%20resoluci%C3%B3n.
¿Basura digital generada por la IA?
La incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en la medicina, educación, modelos de negocios, investigación científica, comunicación, robótica, entre otros, ha traido enormes avances en muy corto tiempo; pero también trajo un fenómeno inesperado: el aumento masivo de contenido de baja calidad AI slop o basura digital (sobretodo la inteligencia artificial generativa), fácilmente observable en plataformas como Instagram, YouTube, TikTok.
Este fenómeno ha crecido exponencialmente desde mayo de 2024 cuando el modelo de Gemini de Google, se integró en los resultados de búsqueda. Según expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) “la masificación de contenido implica algunos riesgos como la saturación o el ruido por el contenido vacío, la desinformación, o la crisis de confianza en internet”.
Esta masificación dificulta encontrar contenido de valor en internet generando desconfianza en el usuario, porque desconoce si existe detrás una persona informada; o si se trata de una computadora soltando frases bonitas pero vacías. En ese sentido, China ha establecido regulaciones para controlar el contenido generado por la IA, y asegurar que los datos usados para entrenar estos modelos sean precisos y no infrinjan derechos de autor.
La Unión Europea ha adoptado medidas para frenar la avalancha de contenidos de baja calidad generado por la IA. En 2024 Bruselas aprobó la Ley de Inteligencia Artificial que impone obligaciones como la de etiquetar el contenido sintético para advertir a los usuarios su origen. Ahora bien, ¿La IA puede ser parte de la solución? ¡Por supuesto! La misma tecnología que genera textos puede entrenarse para identificar cuando un contenido es superficial o manipulador; pero se necesitan reglas claras, éticas junto con un buen criterio humano. No se puede dejar que la IA lo decida sola.
Hay que tener presente los usos maliciosos de la AI slop como la generación de incertidumbre, confusión o desinformación. ¿Cómo identificar la AI slop o basura digital? Cuando se obtienen resultados infructuosos en la búsqueda de contenido de valor en internet, al usuario le invade la sensación de pérdida de tiempo; ya que puede percibir que está siendo utilizado para generar interacción o aumentar el número de visualizaciones y seguidores, lo que podría hacerle participar de forma más restrictiva.
El avance de las ultrafalsificaciones (deepfakes) y el volumen masivo de la basura digital impulsada por algoritmos de recomendación, apuntan al crecimiento de la desinformación (no a la contención). Frente a este escenario los expertos afirman que reforzar la alfabetización digital de los usuarios será tan imprescindible como mejorar los mecanismos de regulación y supervisión del contenido.
¿Qué contenido atrapa tu atención?
*Tomado de: Marga Zambrana. “La basura digital generada por la IA amenaza la calidad de internet”. Universitat Oberta de Catalunya. Noticias. Junio 2025. https://www.uoc.edu/es/news/2025/basura-digital-generada-por-la-ia-amenaza-la-calidad-internet
La violencia sexual como crimen de lesa humanidad.
La violencia sexual en sus diversas formas (violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, entre otras), puede ser considerada como un crimen de lesa humanidad, cuando se produce como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil. En estas dolorosas circunstancias, el perpetrador tiene plano conocimiento de que su acción forma parte de dicho ataque. No se trata de un acto aislado; sino que forma parte de una práctica deliberada dirigida contra un determinado grupo de personas.
Cuando la violencia sexual ocurre dentro de un conflicto armado; puede constituir además un crimen de guerra, en este caso, se considera una grave violación del Derecho Internacional Humanitario. La Corte Penal Internacional (CPI) a través del Estatuto de Roma, ha reconocido la violencia sexual como un crimen de lesa humanidad y un crimen de guerra, alcanzando un avance en la lucha contra la impunidad de estos crímenes; ya que anteriormente se consideraba como un daño colateral e inevitable en los conflictos.
La violencia sexual puede intensificarse y estar relacionada con otras violaciones de los derechos humanos como la tortura, asesinatos, genocidio, y el reclutamiento forzoso de niños. Inclusive resulta factible que como consecuencia, surja el sexo transaccional y la trata de personas con fines de explotación sexual. En tiempos de guerra las mujeres y niñas son tratadas como “botín”. Así, la violación es usada como una estrategia de terror y forma de tortura.
Las consecuencias físicas y mentales de estas agresiones resultan imborrables. Estos ataques pueden ser considerados como parte de una limpieza étnica; tal como ocurrió en la ex-Yugoeslavia durante los 90’s.
Estos condenables actos persiguen a las víctimas por las consecuencias que acarrean a la salud física y mental: daños irreparables a los órganos reproductivos, complicaciones infecciosas por HIV, hepatitis, infecciones recurrentes del tracto urinario, abrasiones, lesiones, e inclusive amputaciones, depresión, ansiedad, estrés postraumático, hasta consumo de sustancias.
Recientemente se ha recopilado en Tigray (Etiopía) casos de violencia sexual como genocidio. Uno de los casos más sonados, ocurrió en 2020 cuando una mujer siete días después de dar a luz a gemelos, fue violada por siete agresores durante cuatro días. En el 2023 pudo ser atendida en un centro integral por presentar dolor abdominal persistente y flujo fétido.
Durante la revisión, los médicos hallaron abundante secreción en el cuello uterino y cuerpos extraños visibles: ocho tornillos metálicos, escombros, tierra, y una nota envuelta en plástico “Nos aseguraremos de que las mujeres de Tigray no puedan tener hijos”.
¿Ha aprendido algo la humanidad?
*Tomado de Silvia Laboreo @elpais
“Teoría de juegos”
¿Somos libres para tomar decisiones? ¿Acaso nuestras decisiones dependen de lo que decidan o no terceras personas? Para John Nash Premio Nobel de Economía 1994; la teoría de juegos es una de las ramas de la matemática que estudia situaciones estratégicas en la cual la toma de decisiones de un individuo afecta a los demás.
La teoía de juegos estudia cómo las decisiones de una persona, influye en los resultados obtenidos por otros; resulta de gran utilidad en diversas áreas como la economía, política, biología, y ciencias sociales. En otras palabras, proporciona herramientas para comprender y predecir cómo los individuos interactúan en situaciones donde sus decisiones son interdependientes.
En economía es útil para analizar mercados, estudiar los mecanismos de fijación de precios, y diversas negociaciones comerciales. En política, es aplicable para ahondar en las estrategias de diversos actores políticos, así como las dinámicas de negociación y acuerdos entre países. En la biología, ayuda a entender la evolución de las especies y el comportamiento animal. En cuanto a la informática, resulta aplicable para el diseño de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial.
Conceptos clave para comprender la teoría de juegos:
- Jugadores: Constituyen los individuos que toman decisiones en el juego,
- Estrategias: Aquellas posibles acciones que un jugador pueda realizar,
- Pagos: Recompensas, son los resultados obtenidos para cada jugador,
- Equilibrio de Nash: Es aquella situación en la cual ningún jugador tiene incentivos para cambiar su estrategia,
- Juego de suma cero: La ganancia de un jugador acarrea la pérdida del otro.
Con el “dilema del prisionero” lo entendemos mejor. Dos sospechosos son arrestados por la comisión de un delito. La policía carece de elementos contundentes para presentarlos ante las autoridades por un cargo grave; pero sí cuentan con pruebas suficientes para condenarlos por un delito menor. A cada individuo por separado le ofrecen un trato: si uno confiesa y acusa al otro será liberado, y en consecuencia el otro recibirá una pena mayor. Si ambos confiesan, los dos recibirán una pena menor.
La paradoja anterior radica en que la estrategia individual de confesar conlleva a un resultado “subóptimo” para ambos; en cambio, si ambos hubiesen cooperado manteniéndose en silencio, obtendrían el mejor resultado colectivo. Sin embargo; la falta de confianza e incertidumbre sobre la decisión del otro, lleva a la elección menos deseable.
En el campo de la investigación científica, tanto los individuos como los equipos pueden ocultar información para obtener ventajas; aunque la colaboración puede acelerar el avance científico. Con relación a la degradación ambiental, los países pueden contaminar más si no cooperan en la reducción de emisiones, aunque tal acuerdo sería beneficioso para el medio ambiente global.
En cuanto a los algoritmos de aprendizaje automático; la teoría de juegos se aplica en el aprendizaje automático para sistemas como vehículos autónomos, en el cual los algoritmos deben tomar decisiones en tiempo real considerando las acciones de otros vehículos.
¿Será posible aplicar la ética en la teoría de juegos?
“Chachita”
Recientemente acudí al servicio médico general por chequeos rutinarios. Al terminar la revisión con el médico internista, me extiende las órdenes para realizar analíticas. Al dirigirme al laboratorio, la recepcionista me indica que pregunte por “Cachi” para la soliciar las citas. ¿Cachi?, pregunté. ¡Si, Cachi. Búsquela a ella!
Al principio me resultó difícil de creer lo que escuché. Me pareció imposible que alguien tuviera el mismo apodo por el que me llamaba cariñosamente mi familia paterna. De niña me decían “Chachita” mis tíos y padrino. Entrada en la adolescencia ya no me gustaba tanto que me dijeran así porque sentía que para ellos no había crecido.
El valor de los apodos familiares reside en la creación de un vínculo afectivo como expresión de cariño, y construyen la identidad familiar; vinculan de manera única a cada miembro que lo conforma convirtiéndolo en un elemento distintivo y personal; donde a menudo se asocia con alguna característica física, de la personalidad, o alguna anécdota en particular. Constituyen una de las tantas formas en que se expresa el cariño o la cercanía, creando un ambiente de confianza y familiaridad.
Escuchar el apodo de la joven en el lugar de trabajo, me llevó a recordar los momentos cuando jugaba con mis primos subiendo y bajando escaleras. Por mi mente desfilaron todos ellos; la tía política que vivía en la planta superior de la casa; mis tíos abuelos sentados en el salón. Aunque no lo crean; extrañé el tiempo que compartí con mis familiares, y lamenté que no quedara nadie que me llame de esa manera.
Los apodos familiares son más que simples nombres; son expresión de cariño, un reflejo de la identidad familiar y un lazo que une a sus miembros. Su valor reside en la capacidad de crear ambientes cálidos, afectuosos y llenos de recuerdos compartidos.
Epigenética y salud visual
La epigenética se ha convertido en un término de moda; repetida en redes sociales con generalidades e imprecisiones. En el campo de la salud mental, los especialistas coinciden en afirmar que la epigenética se ocupa del “estudio de los cambios en la función de los genes que no involucran alteraciones en la secuencia de ADN, pero que puedan afectar la forma en que los genes se expresan”.
Estos cambios pueden influir en la activación o desactivación de genes; y en consecuencia, en la producción de proteínas, sin cambiar la secuencia genética subyacente. Visto así, ¿Es posible modificar nuestros genes? ¿La epigenética puede influir o mejorar la salud?
La epigenética se entiende como una especie de “interruptor” que regula la activdad de nuestros genes infuenciado por factores ambientales y estilo de vida, que puede transmitirse de generación en generación. En este punto se hace necesario puntualizar que:
- Los cambios epigenéticos no modifican la secuencia de ADN, a diferencia de las mutaciones genéticas;
- Factores ambientales como la dieta, el estrés, la exposición a toxinas, y la actividad física, pueden influir en los cambios epigenéticos,
- Los cambios epigenéticos pueden estar relacionados con diversas enfermedades como el cáncer, enfermedades metabólicas, y trastornos neurológicos,
- La epigenética determina que genes se activan o desactivan en distintos tipos de células y en diferentes tipos de desarrollo.
En el área de salud visual, los cambios epigenéticos que no modifican la secuencia de ADN, pueden ser causados por factores ambientales como la edad, la dieta, el estrés oxidativo, y la exposición a la radiación ultravioleta. Estos cambios pueden contribuir a enfermedades como el glaucoma, la retinopatía diabética, la degeneración macular asociada con la edad (DMAE), y las cataratas.
Hacerse exámenes regulares de la vista con un profesional de la salud ocular, mantener una distancia adecuada de las pantallas digitales, adoptar descansos visuales periódicos, evitar bajar la cabeza por debajo del corazón, son algunas de las prácticas para proteger la salud de nuestros ojos. Beber suficiente agua e incluir alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos omega-3, puede ayudar a prevenir enfermedades oculares.
Se abre un campo fascinante que revela cómo los factores ambientales y el estilo de vida, pueden tener un impacto duradero en nuestra salud.
Límites sanos en la práctica de deportes
Estudios recientes han confirmado lo que se venía discutiendo hace décadas; el ejercicio físico es fundamental para mantener una buena salud. La actividad física regular ayuda a prevenir las enfermedades crónicas, mejora el estado de ánimo, controla el peso corporal, y fortalece el sistema óseo-muscular, mejora el sueño, reduce el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, y algunos tipos de cáncer.
Hacer ejercicios o practicar deportes a cualquier edad (inclusive adultos mayores de 65 años) mejora la salud física y mental. Ciertas personas de acuerdo a su constitución física (altura, peso, masa corporal) cuentan con habilidades y destrezas que los hace destacar más en un deporte que en otro. Así encontramos a quienes sobresalen en natación, fútbol, béisbol, basket, atletismo, gimnasia, alterofilia, por citar algunos casos.
Con entrenamiento regular y constante, acompañado de una sana alimentación, y buenos hábitos de sueño, es posible aumentar la fuerza y la resistencia física del atleta. Ahora bien; hay que tener en cuenta las limitaciones propias de nuestro organismo ya que por la diversidad que nos caracteriza, todos los seres humanos no somos iguales ni “rendimos” de la misma manera.
Las redes sociales han “popularizado” ciertas disciplinas que exigen un compromiso físico y emocional extremo que requieren dietas estrictas, entrenamiento diario sin descanso, suplementación controlada, y un nivel de estrés corporal que muy pocos se encuentran en condiciones de sostener, le han costado la vida a muchos atletas de élite.
Tanto el ejercicio físico como la práctica deportiva, exige responsabilidad no sólo con la familia, el equipo y los contendores; sino tambien con nosotros mismos. Urge que reconozcamos nuestros límites y sepamos hasta donde podemos llegar a fin de evitar poner en riesgo el mayor valor que tenemos: la vida e integridad física.