¿De qué manera percibimos los olores?

Existen aromas que nos estimulan el apetito, otros nos recuerdan a ciertas personas en un momento determinado. Sin embargo; según sea la cultura del lugar donde nos encontremos, algunos pueden tener un significado de mal gusto o de mala educación, por muy natural que nos resulten percibirlos. Como seres humanos nuestro cuerpo también emana olores. ¿Nos hemos detenido a pensar el proceso que sigue nuestro cerebro a la hora de apreciar los olores?

Cuando las moléculas odoríferas se disuelven en el moco nasal, se activan receptores en las neuronas del epitelio olfatorio; las neuronas envían señales al bulbo olfatorio del cerebro donde se procesan e identifican los olores, conectando con las áreas de memoria y emoción, cruciales para la supervivencia y experiencia sensorial, tal como explican la National Institutes of Health (NIH)1.

Desde la perspectiva psicológica Villanueva (2017) afirma que los aromas nos conectan a menudo con áreas relacionadas con la memoria y la emoción; y de cómo la información que recibimos a través de los órganos de los sentidos (mediante sensaciones y percepciones) nos ayudan a entender el mundo que nos rodea2. En relación al olfato, Villanueva señala que no todas las personas somos capaces de detectar todos los estímulos en un momento determinado; esto se debe a la existencia de umbrales (límites) en las capacidades sensoriales propias de cada uno.

El olfato y el gusto son dos sentidos muy interrelacionados entre sí; por lo que las personas identifican como sabor, corresponde más bien a una sensación global que incluye también al olfato, debido a que todas las moléculas de lo que comemos y bebemos pasan desde la boca hasta las fosas nasales y los receptores del olfato.

Nos encontramos expuestos a una amplia variedad de estímulos olfativos que transmiten sensaciones y evocan recuerdos o asociaciones con otros sentidos. A través de los olores podemos obtener información de las personas u objetos que nos rodean, aún sin conocerlos; de este modo podemos detectar el olor de un alimento en mal estado (que nos advierte la conveniencia de no ingerirlo y evitar trastornos de salud), o la presencia de una persona. Autores como Schleidt, Hold y Attili, citados por Villanueva, consideran que el olor corporal juega un rol importante en la comunicación no verbal.

En la cultura nipona, la emanación de aromas en ambientes cerrados (como los vagones del metro y trenes) se considera un signo de mala educación. Allí los desodorantes, perfumes y ambientadores en general, deben ser libres de fragancia.

En lo personal; me encanta el olor que deja en la piel la pastilla de jabón después de la ducha, usar splash y perfumes como sello personal; así como las sábanas, toallas, y ropa limpia. ¿Qué olores te resultan agradables?

1.- https://salud.nih.gov/recursos-de-salud/nih-noticias-de-salud/lo-que-su-nariz-sabe

2.- Villanueva Sánchez: “El olfato como refuerzo experiencial. Aproximación cualitativa al branding olfativo en el sector hotelero”. Universidad Camilo José Cela. Tesis Doctoral. Facultad de Ciencias de la Comunicación. 2017. https://repositorio.ucjc.edu/bitstream/handle/20.500.12020/243/V15_TESIS_FINAL_COMPLETA_10_05_2017.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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