Educación en derechos humanos 2020-2024

La comunidad internacional ha reconocido que la educación en derechos humanos contribuye a la prevención de la violencia y los conflictos, la promoción de la igualdad y desarrollo sostenible, así como la participación en los procesos de adopción de decisiones dentro de los procesos democráticos.

Los instrumentos internacionales suscritos por los Estados, contienen elementos que ayudan a delimitar el alcance de la “educación en derechos humanos” , que incluye todas las actividades de aprendizaje, educación, capacitación o información, encaminadas a establecer la cultura universal de los derechos humanos; es decir, se trata de un proceso que dura toda la vida cuyo objetivo primordial es fomentar:

  • Conocimientos y aptitudes; no se trata sólo de aprender que son los derchos humanos, sino de generar aptitudes para ejercerlos en la vida cotidiana.
  • Actitudes; desarrollar o perfeccionar actitudes, valores y creencias que respeten los derechos humanos.
  • Comportamiento; adoptar medidas para defender y promover los derechos humanos desde los espacios donde nos desenvolvemos.

Ahora bien; si partimos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10/12/1948, los acontecimientos ocurridos en los últimos años en la comunidad internacional nos lleva a cuestionar si las acciones emprendidas han sido suficientes. Si la intención es empoderar a comunidades y personas para que conozcan sus derechos humanos y los reinvindiquen eficazmente; habría que desarrollar la capacidad de los garantes de derechos (funcionarios gubernamentales a todo nivel) para que cumplan con su obligación de respetar, proteger, y hacer efectivos los derechos humanos de las personas bajo su jurisdicción.

El Plan de Acción para la cuarta etapa del Programa Mundial de la Educación en Derechos Humanos (2020-2024) se centra en la juventud, en este sentido la participación de los jóvenes en la formulación y aplicación de las políticas que los afectan, es fundamental. Por ello resulta esencial que los Estados, ONG, y población en general, a través de las academias, institutos, medios de comunicación, actividades culturales y/o deportivas entre otras, dirijan actividades que promuevan el pensamiento crítico, la tolerancia, la convivencia, reconocer las diferencias para la sana coexistencia.

La educación en derechos humanos no se trata del aprendizaje memorístico y repetitivo, inclusive alcanza a quienes se encuentran fuera del sistema educativo porque alcanza a toda la población (escolarizada o no) cambiando la vida de las personas, preparándolas para la acción y toma de decisiones. Empoderando a las personas, transformamos sociedades.

Proyecto de plan de acción para la cuarta etapa (2020-2024) del Programa Mundial para la Educación
en Derechos Humanos

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