Día Mundial del corazón

Para la Organizción Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de defunción. Diversas organizaciones realizan actividades educativas para promover estilos de vida saludable que contribuyan a mantener un corazón sano, incorporando cuidados y hábitos que retarden su envejecimiento.

Controlar el estrés, eliminar el consumo de tabaco, caminar como mínimo 30 minutos cinco veces a la semana, comer saludablemente, acudir a los chequeos anuales, conocer los valores de nuestra tensión arterial, glicemia, colesterol y triglicéridos, permiten tener un corazón sano y hacer un pronóstico cardiovascular a tiempo.

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte, y esta puede prevenirse si se asume un estilo de vida saludable, lo que implica eliminar vicios y asumir nuevos hábitos.

Entre los factores de riesgo que afectan al corazón, se encuentra el consumo de tabaco, obesidad, hipertensión arterial, trastornos del metabolismo de los lípidos como la dislipidemia o dislipemia, diabetes, sedentarismo, y el estrés psicosocial. Estos trastornos devienen en cardiopatías que provocan la muerte.

El Día Mundial del Corazón que se celebra los 29 de Septiembre, coloca su acento en la creación de entornos saludables como estrategia para reducir los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares. Una gran proporción de estas muertes podría evitarse con una alimentación saludable que reduzca el consumo de sal, ejercicio físico, evitando el consumo de tabaco.

Entre las estrategias que promueven la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, se encuentra fomentar la actividad física, reducir la ingesta de sal, y el control del tabaquismo, reflejadas en el Plan de Acción regional para la prevención y control de enfermedades no transmisibles.

El corazón es el órgano a través del cual se emanan las auténticas y más potentes emociones, las mismas que mal reguladas pueden causar daños irreversibles en forma de enfermedades cardíacas. Cuando las emociones básicas están desreguladas, como el temor o la tristeza, se puede producir una represión repetida sobre el órgano, causando la sobrecarga emocional. Los problemas del corazón se manifiestan en arritmias, palpitaciones, infartos, pulso débil, tensión sanguínea y tensión en el pecho.

El ritmo cardiaco es un fiel reflejo de nuestro estado emocional.

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